sábado, 10 de agosto de 2013

Crítica - RED 2: Los jubilados traen a los cines más de lo mismo

El verano es una época idónea para los conocidos "blockbusters", películas que cuentan con un elevado presupuesto tanto en producción como en publicidad, orientadas a mercados masivos para producir un alto retorno de inversión. Suelen ser películas no demasiado meditadas, con un alto componente de espectáculo y efectos especiales, cuyo objetivo es hacer que el público pase un buen rato en la butaca, sin pensar demasiado. Y si hablamos de la secuela de un "blockbuster", ya ni te cuento. Es el caso de RED 2, la cinta basada en el fabuloso cómic de DC escrito por Warren Ellis y Cully Hamner, que tras su primera entrega, la cual recaudó 122 millones en 2010 solo en EE.UU., vuelve este año para recuperar las aventuras de los jubilados más cañeros del cine. 

Se trata de una cinta de las que se olvidan: vas al cine, te ríes con algún comentario, ves alguna explosión curiosa, unos efectos especiales chulos, y cuando te quieres dar cuenta, has pasado la tarde sentado en una butaca comiéndote unas palomitas (cada vez más caras y más saladas). Este sería el caso, de no ser por dos cosas a tener en cuenta, una buena y otra mala.

Imagen propiedad de eOne Films
Empecemos por la buena: los actores. Pensad en la típica película de sobremesa de después de comer. Sabéis de lo que hablo, ¿no? Son esas pelis de serie B que te ponen en Antena 3 (por poner un ejemplo) en la que una mujer madurita, pero atractiva, que acaba de perder a su marido en un accidente de coche, se entera de que su hija, una adolescente rebelde que coquetea con las drogas, ha sido violada por el entrenador de rugby de su instituto, dejándola embarazada. La madre lucha durante toda la cinta contra una sociedad machista que protege al violador. Al final, en un emotivo juicio y con la ayuda de un audaz e íntegro abogado, consiguen que el entrenador vaya a prisión, devolviendo a la familia la dignidad perdida y, al espectador, la fe en el sistema. La titularemos, yo que sé... "Vidas truncadas".

Ahora imaginaos a Ed Harris, Sean Conery o Denzel Whasington en el papel del abogado; a Philip Seymour Hoffman o a Pierce Brosnan como entrenadores y a Meryl Streep o Jodie Foster haciendo de la madre. La cosa cambia un poquito ¿no? Sigue siendo un argumento más visto ya que una sueca en una película de Ozores, pero con un reparto de primera línea que sube enteros a la cinta, sí o sí. Pues bien, apliquemos lo mismo a RED 2: un científico/terrorista quiere detonar una bomba de destrucción masiva en EE.UU. y acusan a los R.E.D. (Red de Espías Desactivados) de estar detrás del asunto, por lo que son perseguidos por su propio país en una carrera contrarreloj para salvar a la población. ¿Quienes son los actores encargados de protagonizar semejante alarde de originalidad? Pues nada menos que John Malkovich, Helen Mirren y Anthony Hopkins, capitaneados por Bruce Willis, un tío hecho por y para las películas de acción desde que apareció dando mamporros y recibiendo balazos en Jungla de Cristal. La peli está salvada.

Imagen propiedad de eOne Films
En cuanto a la parte mala es, a todas luces, el argumento y la forma en la que esta contada la historia, que no es que sea floja, es que no interesa. A mitad de la trama (por llamarlo de alguna manera), la mente del espectador se da por vencida al entender lo irrelevante de dicho argumento y la motivación de los personajes, que toman decisiones sin sentido como pasar de querer matar a alguien a ser su aliado en cinco segundos. La película es tan previsible, el guión tan soso y el final tan obvio, que el único atractivo que conserva la historia es la calidad interpretativa de los grandísimos actores que interactúan en ella, con una química brutal entre todos y muy especialmente en el caso de Bruce Willis y John Malkovich (con unas muecas tronchantes), aunque sin duda los mejores son Helen Mirren y Anthony Hopkins, maravillosos en sus papeles, hagan lo que hagan. En la parte femenina tenemos a Catherine Zeta-Jones, perfecta en su papel de rusa histriónica, así como a una divertidísima y alocada Mary-Louise Parker. También la acción es mucho más intensa que en la primera parte, con escenas más dinámicas y una gran variedad de armas y espectaculares explosiones que, no obstante, no aportan nada nuevo al género.

Si hay algo que destacar además de los personajes, es el trasfondo de la película, que defiende el papel de las personas mayores en la sociedad con la idea de que los jubilados no son algo que ya no sirve, algo obsoleto que ya ha vivido su tiempo y que tiene que dejar paso a los jóvenes para ser desterrados y desaparecer. Los "ancianos" de RED aún tienen mucho que decir y mucho ruido que hacer. Mucho más, de hecho, que las generaciones posteriores, a quienes derrotan y aniquilan sin piedad, con mucho humor negro, valiéndose de ametralladoras, granadas y cualquier tipo de arma que caiga en sus arrugadas manos. Ya lo dijo el nuevo Papa, Jorge Mario Bergoglio, hace poco en Brasil, refiriédose a la "cultura de la exclusión": Un pueblo no tiene futuro si no va adelante con los dos extremos: con los jóvenes porque tienen la fuerza y con los ancianos porque tienen la sabiduría de la vida.

Lo mejor: Los actores y sus interpretaciones pueden hacerte olvidar que estás ante una película sin atractivo argumental.

Lo peor: El guión, tan previsible como aburrido.



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