martes, 25 de octubre de 2011

Paranormal Activity 2: una copia decente.

Existen películas que necesitan una atmósfera y unas circunstancias concretas para ser vistas. Una sala de cine repleta de gente, el salón de tu casa, en compañía de unos amigos, de tu pareja, de tu familia, a solas... ¿A alguien se le ocurriría ver Casablanca con los colegas, Lucía y el sexo con sus padres al lado o Alien vs Predator con tu novia/o en el sofá? Por supuesto que se podría, pero no creo que se disfrute igual de una película hecha para visionarla en un entorno determinado, alterando dicho entorno o fragmentando el tiempo que empleamos en verla. (¿Quién no ha visto alguna peli en varios trozos por falta de tiempo o ganas, o por los 72 minutos de Megavídeo?). Bueno, pues en el caso de Paranormal Activity 1 y 2, recomiendo la soledad más absoluta en tu habitación, tumbado en la cama con las luces apagadas y, por descontado, a altas horas de la noche.

Esta es una película hecha para pasarlo mal. ¿Y quién querría eso? Pues, básicamente, el ser humano en general. La respuesta al porqué, nos la da la Wikipedia (oh, pozo de sabiduría) al informarnos en su entrada "cine de terror" que "el público se siente atraído hacia este tipo de películas precisamente por los estímulos emocionales novedosos e intensos que recibe, es decir, lo insólito-escabroso inscrito momentáneamente en la rutina diaria". O sea, que buscamos que nos sorprendan y, para que esto sea posible, hace falta una de dos: o nos cuentan algo nuevo o con un enfoque distinto.

Lo primero, está claro que no es. La historia de un espíritu/fantasma/demonio que atormenta a una familia o grupo de personas está ya muy vista. Desde Poltergeist hasta The Ring, pasando por El Exorcista, han sido cientos las cintas que han pasado por el cine con el objetivo de asustar a un público dispuesto a ello. Y Paranormal Activity y su secuela, no aportan nada nuevo al género a nivel argumental. 

Escena de la película "Paranormal Activity"
Por otra parte, la forma en la que está rodada es la conocida como "falso documental". Los inicios de esta técnica en el género de terror se remontan a 1999 con  El proyecto de la Bruja de Blair, una película de bajo presupuesto que se rodó en tan solo ocho días y de poco más de una hora de duración. La clave del film es grabar las escenas con una cámara de vídeo casera, dando la impresión de película "amateur" y haciendo que el espectador se identifique con los protagonistas y se involucre en la trama fácilmente. La película no fue gran cosa (fue nominada a la peor película del año y a la peor actriz protagnista en los Premios Razzie), pero aportó la curiosa técnica que más tarde sería usada también por otros directores como en el caso de REC o Monstruoso. Esta forma de rodar es relativamente joven y es aquí donde reside la fuerza de la película: aún no se ha explotado lo suficiente.

Nos centramos ya en Paranormal Activity y en su secuela. La cinta tiene una serie de elementos en los que se apoya: una casa grande, ya que la acción se desarrolla en el hogar de los protagonistas exclusivamente, y tiene que haber mucho espacio para correr de un lado para otro, sustos varios, etc; unos actores que nadie conoce, requisito indispensable para los falsos documentales y que les aporta cierta credibilidad y acercamiento al público (un actor famoso tipo Anthony Hopkins o Will Smith no podrían funcionar en una película que intentan colarte como un hecho real), y la consabida cámara de vídeo como factor central de la historia, ya que, si la cámara se apaga, lo que vemos también.

Escena de "Paranormal Activity 2"
La película tarda un poco en engancharte porque, hasta que empiezan los fenómenos paranormales, no ocurre nada de interés, aunque también es cierto que, cuanto más avanza la historia, la cosa va mejorando. Está bastante conseguida y, pese a sus limitaciones (no salen de la casa), no satura ni aburre al espectador. Casi toda la acción transcurre en el dormitorio de un matrimonio, por lo que tiene bastante mérito que consiga captar la atención solo con el movimiento de una puerta o el sonido de unos pasos que se aproximan por el pasillo. Giros argumentales no tiene muchos (sustos por aquí, ruido por allá), pero en su "simpleza" realista reside su fuerza ya que, si a una pareja normal con la que puedo llegar a identificarme, pueden pasarle esas cosas en su casa, ¿porqué a mi no? Esta pregunta mantendrá en vilo a más de uno en su casa hasta altas horas de la noche después de ver la película.

Ahora la secuela. Paranormal Activity 2 transcurre antes que la primera y sus protagonistas (el matrimonio que mencioné antes) aparecen en ella, ya que los fenómenos paranormales están relacionados en las dos películas. Este es el único atractivo que pude encontrar, ya que el resto es totalmente igual a la primera parte. La casa es más grande (tiene piscina) y sus habitantes son más, perro incluido, pero es más de lo mismo incluso argumentalmente (no me extiendo en este punto porque no quiero destriparos la peli). El film hace demasiados guiños a su antecesora (algunos sustos y escenas son idénticos) y tiene, en mi opinión, bastante poco que ofrecer al espectador que haya visto el film anterior.

Esta semana se ha estrenado la tercera parte (abajo os dejo el trailer) y, por lo que he visto de ella y lo que sé de la historia, apostaría a que es igualita a sus anteriores hermanas de sala. No obstante, si la voy a ver, os pondré por aquí mi opinión, aunque no creo que de para más de dos párrafos.

Lo mejor: Está muy conseguida, al igual que la primera.

Lo peor: No aporta nada nuevo con respecto a su antecesora.


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